martes, 19 de mayo de 2009

Lingüistas. Mario Benedetti (Micro-relato)

Tras la cerrada ovación que puso término a la sesión plenaria del Congreso Internacional de Lingüística y Afines, la hermosa taquígrafa recogió sus lápices y papeles y se dirigió hacia la salida abriéndose paso entre un centenar de lingüistas, filólogos, semiólogos, críticos estructuralistas y desconstruccionistas, todos los cuales siguieron su garboso desplazamiento con una admiración rayana en la glosemática. De pronto las diversas acuñaciones cerebrales adquirieron vigencia fónica:
¡Qué sintagma!
¡Qué polisemia! ¡
Qué significante!
¡Qué diacronía!
¡Qué exemplarceterorum!
¡Qué Zungenspitze!
¡Qué morfema!
La hermosa taquígrafa desfiló impertérrita y adusta entre aquella selva de fonemas. Sólo se la vio sonreír, halagada y tal vez vulnerable, cuando el joven ordenanza, antes de abrirle la puerta, murmuró casi en su oído: ''Cosita linda".

Mario Benedetti



Viceversa
Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
o sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.

miércoles, 13 de mayo de 2009

martes, 12 de mayo de 2009

Calle arriba caminé tranquilo,
al encuentro de un invierrno frío
que dejé pasar.
Al doblar la esquina
y en la aceradi de bruces con la primavera,
no la vi llegar.
Un verano sin excusa,
en otoño me olvidó la musa,
me dejó marchar.
Me dormí en las estaciones,
y ahora el tren "parao" por vacacionesno quiere arrancar.
El silbato es la esperanza nueva,
y por fin los campos ahí afueravan quedando atrás.
Ya se acerca la estación nevada,
bajo y cumplo años de pasada,
y una estrella más.
Se dibujan los colores,
vivos en la magia de las flores,
en la luz vital.
Rodeado de equipajes
que se pierden entre viaje y viaje,
queda recordar.
Y por ésto vivo el día,
día simple, día claro,vivo al menos sin temores,sin el miedo de gozar.
Cada pueblo, cada puente,cada cruce me ha enseñado,
que con hoy es suficiente.
Calle arriba caminé tranquiloal encuentro de un soñado estío,
que hubo que pasar.
Al doblar la esquina en la primerael otoño me enseñó quién era,
me invitó a pensar.
Se dibujan los colores,vivos en la magia de las flores,en la luz vital.
Rodeado de equipajesque se pierden entre viaje y viaje,queda recordar.